domingo, 30 de diciembre de 2012

Tres años para ganar al Fuenlabasket

El equipo de MinutoBasket, creadores de MinutoBasket magazine, preparando una jugada


El polideportivo “La Solidaridad” de Fuenlabrada vivió uno de los partidos de baloncestos más desconcertantes de la temporada. El equipo de Miguel Viedma, Minutobasket, no dominó la jornada de segunda división de la liga local hasta la mitad del tercer periodo. El Fuenlabasket, que no conocía la derrota ante los ‘chicos de Minuto’ desde hace tres años, no supo controlar el ritmo a partir del tercer cuarto y obtuvo un resultado de dieciséis puntos en contra (56-42).

El encuentro comenzó con media hora de retraso. Prometía un resultado reñido desde el primer silbido. Incluso hubo disputa en el salto de arranque. El cronómetro paró al tercer segundo por un aparente pisotón de P. Ruíz al jugador número siete de ‘Minuto’. A pesar de todo, el árbitro pasó por alto el encontronazo y dio la ventaja, que no aprovechó demasiado, al Fuenlabasket. El inicio resultó aburrido. Nadie esperaba que no se abriese el marcador hasta el minuto siete. Fue una virtuosa canasta de Maldonado la que puso por delante a Minutobasket. Desde entonces todo fue mala suerte. Ver los fallos que cometían los jugadores de ambos equipos no fue nada gratificante para los espectadores. En total ocho pérdidas de balón, siete parones por pasos y dobles, y seis faltas cometidas. Además de cuatro tiros libres desperdiciados. Cuando acabó el primer cuarto las caras de todos los jugadores eran largas y el marcador, muy reñido, era de diez a ocho a favor de Minutobasket.

Al siguiente tiempo los equipos se concentraron. A pesar de la baja temperatura que había en pabellón, el ambiente estaba caldeado. Al inicio los contrincantes sabían que su cometido sería mostrar superioridad en el juego. Lo más lógico hubiese sido terminar la mitad del encuentro con un colchón de puntos. Pero no fue así. Fuenlabasket tiene una plantilla formada por veteranos. La serenidad y la constancia es una de sus virtudes. Eso les llevó hasta el minuto quince con un parcial de ocho a cero. Minutobaket, en cambio, es un equipo joven pero su entrenador lleva a sus espaldas cientos de partidos y esa mañana no se conformaba con una tercera derrota consecutiva. Tras el tiempo muerto, en el minuto dieciséis, la rapidez de los jóvenes y la incorporación en pista de Cole Wrightson, el nuevo fichaje del equipo ganador, dieron ritmo al marcador. La consecuencia fue una espectacular remontada en cuatro minutos. Acabaron empate a veintiún puntos. Aún quedaba medio encuentro por disputar.

La ausencia de los jugadores más importantes de ‘Minuto’, sus bases Jacobo Rogado y Jesús Yepes, pusieron difícil la victoria. El americano Wrightson, con solo cinco partidos en segunda división, no mostró sus virtudes en la cancha hasta este domingo. Sorprendió a todos. Dio calidad al juego y levantó al banquillo de su equipo en diversas ocasiones. Era divertido ver cómo movían el balón de lado a lado culminando todas las jugadas. No tenía nada que ver con la primera parte. El encuentro había dado un vuelco de ciento ochenta grados. Arrancaron tarde pero dominaban los ‘chicos de Minuto’. Fernando Ríos, entrenador de Fuenlabasket, pidió tiempo muerto tras medio cuarto de desesperación. Veía que aquello se le iba de las manos. Perdían de seis puntos pero el agotamiento de los doce integrantes del equipo se exteriorizaba en el sudor y la respiración acelerada. Jugaron el resto con una intensidad extraordinaria. Fue el detonante para que llegasen al último cuarto derrotados de cansancio. Minutobasket controló la situación y se sentía cómodo. Además estaban contentos. Todos ellos sonreían y su entrenador debió recordarles que el partido no acababa hasta que sonaba el silbato final. No bajaron la guardia.

A diez minutos del final nadie imaginaba lo que pasaría. Ambos estaban muy equilibrados. Fernando Ríos utilizó a sus jugadores más altos. No fue la elección más acertada. Ganaban en rebotes ofensivos y la mayoría de sus puntos fueron de tiros bajo el aro. Pero no fue suficiente. La diferencia de nueve puntos les alteró demasiado y como consecuencia perdieron muchas oportunidades. Transmitieron incluso los nervios al árbitro que pitó técnica a su jugador número ocho por mal comportamiento. Minutobasket, en cambio, jugó con su quinteto más rápido. Fue un acierto por parte de Viedma. Los contraataques fueron cruciales en el resultado final. Tanto Wrightson como los demás tuvieron mucha suerte y controlaron su temperamento. Los espectadores vieron un juego bonito, pero demasiado confiado. Un par de errores hizo que Fuenlabasket acortara la distancia. Con un parcial de doce puntos a cero, el equipo veterano consiguió ponerse a catorce cuando quedaban tres minutos para el final. Viedma supo pararles los pies con un tiempo muerto. Quizá  no hubiese hecho falta. Todos los presentes le daban la victoria a Minutobasket. ¿Los nervios? ¿El miedo a perder después de tres años sin conseguir superar al equipo de Fernando Ríos? Fue juzgado por muchos. Lo que nadie duda es su merecido sexto puesto por encima de Fuenlabasket en la clasificación general.

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