Claro está que la posición política de una persona es independiente de su orientación sexual. Sin embargo, es cierto que a la hora de votar, un ciudadano puede verse influido por las actitudes que tomen los diversos políticos frente a determinados colectivos. En el caso de Estados Unidos existe una clara diferenciación de opiniones, con respecto a los derechos según la orientación sexual, entre el Presidente Barack Obama y Mitt Romney, su oponente directo hace apenas una semana.
La discriminación en EEUU a homosexuales, bisexuales y transexuales, se remonta a la Guerra de la Independencia cuando la sodomía era castigada. Pero avanzando un poco más en el tiempo, la exclusión y la desigualdad se han dado también a lo largo del S.XXI. En primer lugar cabe nombrar la llamada ley Don't ask, don't tell. Esta fue promulgada en el año 1993, por el político republicano Colin Powell. La ley prohibía revelar su orientación sexual a homosexuales y bisexuales que sirvieran al ejército, así como hablar de cualquier relación de este tipo. La razón es que en el caso de realizar alguna de las acciones, la moral del ejército estadounidense, así como su orden y su disciplina, se verían alterados. En el año 1980, varios demócratas mostraron su intención de cambiar tal ley, que discriminaba a los homosexuales, no permitiéndoles participar en las fuerzas armadas. Finalmente, en diciembre de 2012, el presidente Obama derogo la ley de Don't ask, don't tell, dando la posibilidad de formar parte del ejército a todo aquel que lo deseara, independientemente de su orientación sexual.
Por otra parte, el presidente Obama ha sido el primero en aceptar la igualdad total con respecto a los matrimonios homosexuales, ya que pretende asegurar que exista un respeto total y se de un el mismo trato legal a estas parejas. Sin embargo, Romney no acepta esta unión como matrimonio, si no que promueve su prohibición constitucional. No obstante, ya en 1994, el político republicano apoyaba la igualdad de derechos del colectivo gay. Por otra parte, también era defensor de una igualdad laboral, lo cual demostró a través de secundar the Federal Employee Non-Discrimination Act y pretender derogar la famosa ley Don’t ask, don’t tell.
Pero a pesar de los esfuerzos del candidato republicano en los años noventa, la realidad es que en la actualidad el colectivo de LGBT siente un mayor sustento por la parte demócrata. Según las encuestas un cincuenta por ciento de la población americana apoya el matrimonio homosexual, mientras que un cuarenta y ocho lo rechaza, lo cual está íntimamente ligado a las creencias religiosas.
Poco a poco, la sociedad va adaptándose a esta novedosa clase de matrimonios, igual de válidos que el resto. Recientemente, dos mujeres, Brenda Sue Fulton y Penélope Gnesin, pertenecientes a la Academia Militar Estadounidense han contraido matrimonio en el punto este del país. Pero la novedad no está únicamente en tal hecho, sino también en dónde tuvo lugar la ceremonia, ya que se trata de la primera celebración nupcial en una iglesia.
Con tiempo y paciencia las mentes de los más tajantes van abriéndose, e incluso ya en la Iglesia se da la bienvenida a todo tipo de personas, sin tener en cuenta con quién comparten sus camas.
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