Imagen de la cabecera del blog de Luna Miguel |
La esencia del fanzine está en dedicarse en letra y papel a sus lectores, utilizando como vínculo con estos un tema que les fascine. Con la publicación de este tipo de revistas tan especializadas, todos los forofos encuentran su lugar entre las páginas de su fanzine y actualmente, en su pantalla, mediante la página web de la que disponen la mayoría de estos. Internet ha supuesto un salto, de cantidad y de calidad, ya que muchas personas con un gran talento no tenían hueco en el universo de la tinta.
Se puede afirmar que la filosofía del fanzine coincide con la de algunos medios especializados y sobre todo con algunos blogs, en los que el autor regala su tiempo a compartir su pasión. Este es el caso de Luna Miguel, escritora madrileña de veintidós años que reside en Barcelona. Luna posee su propio blog, el cual nutre de poemas o pensamientos. A pesar de ser tan joven, esta bitácora ha arrasado en la web y también en librerías, con sus ya seis libros publicados. El blog de Luna tiene 1262 seguidores, cifra que se va acrecentando prácticamente día a día. ¿La clave? Entre otras, la continuidad. La joven publica con gran asiduidad, centrándose en un tema: la literatura. A pesar de que sus esfuerzos van dirigidos a una única materia, la variedad dentro de esta es amplia. Luna realiza, por ejemplo, una lista de sus libros favoritos del año y por otra parte, vierte su don de palabra en explayarse sobre su nueva pluma. De esta manera, cada post es diferente y no solo distinto, sino único. Algunos son algo más banales, mientras que otros arrancan de cuajo las palabras de los lectores, dejándoles mudos durante, al menos, su tiempo de absorción en las líneas de Luna.
Otro de los factores que permiten a Luna mantener tal cantidad de adeptos es su actualización a través de las redes sociales, que, sin duda, juegan un papel muy importante en la difusión de bitácoras. Mediante Facebook y Twitter no solo anuncia las nuevas entradas que publica en su blog, sino que consigue un feedback con las opiniones de sus amigos más íntimos y el “me gusta” o el retwitteo de sus habituales lectores.
Pero la creatividad de esta escritora no encuentra aquí su fin. No contenta con dedicarse solo a redactar, Luna decide también editar. Actualmente realiza sus prácticas en Random House Mondadori, empresa editora a nivel internacional. Como periodista inquieta, como ha de ser, Luna edita también de forma independiente. Ha sacado así a la luz una antología de jóvenes poetas, Tenían veinte años y estaban locos, que además de su versión impresa, dispone de una versión digital que se actualiza paulatinamente. El libro de dicha antología reunió los poemas de veintisiete poetas de menos de veintisiete años. Se trata pues de una iniciativa generosa, que da la oportunidad de publicar a poetas inéditos hasta entonces, y a la vez bonita.
Ante el éxito de este primer proyecto que recoge a nuevos autores, nace Sangrantes, otra antología, aunque esta vez dedicada no a jóvenes, sino a las mujeres y su menstruación. Esta iniciativa, que comenzó siendo únicamente virtual, tiene también su versión impresa, gracias a la editorial Origami
Actualmente, Luna está creando su nuevo poemario y traduciendo. Ha empezado también un nuevo proyecto, llamado Vomit, que podría considerarse la versión americana de Tenían veinte años y estaban locos. De momento, todo lo que hace esta chica tiene éxito. La creatividad y el esfuerzo de Luna alimentan la poesía.